Vino Prosecco: un símbolo de la excelencia italiana
El Prosecco es sin duda uno de los vinos italianos más conocidos y apreciados en el mundo. Su frescura, versatilidad y vivacidad lo convierten en una opción ideal para cualquier ocasión, desde la celebración de un evento especial hasta un aperitivo informal con amigos. En este artículo exploraremos la historia, características, producción y éxito internacional de este extraordinario vino.
- Denominación Província de Treviso.
- Uva 85% Glera, 15% Bianchetta.
- Elaboración Primera fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada de 18/20ºC, durante 15 ó 20 días. Segunda fermentación a través del método «Martinotti» (Granvás) a 12/15ºC. El proceso se realiza en grandes cubas de acero inoxidable donde se desarrolla la espuma característica.
- Crianza 30 días en acero sobre lías.
- Graduación alcohólica 11 %
- Nota de cata De color amarillo pajizo claro, con un finísimo perlage y espuma vivaz. En nariz es suave con notas de flores de acacia, manzana y pera. En boca es cremoso y fresco, delicadamente aromático, gracias a su residuo de azúcar natural.
- Maridaje Excelente para un aperitivo y óptimo para toda la comida.
- Temperatura de servicio Entre 6ºC / 8ºC
Orígenes e historia del Prosecco
Las raíces del Prosecco se encuentran en la región noreste de Italia, particularmente en las zonas de Véneto y Friuli Venezia Giulia. El nombre “Prosecco” proviene de un pequeño pueblo cerca de Trieste, donde se cree que se originó el vino. El cultivo de la vid en estas zonas se remonta a la época romana, pero fue durante el siglo XVIII cuando el Prosecco empezó a distinguirse como un producto único.
En 2009, Prosecco obtuvo la denominación de origen controlada (DOC), que garantiza la calidad y autenticidad del producto. En algunas zonas más pequeñas, como Conegliano y Valdobbiadene, se ha reconocido la denominación de origen controlada y garantizada (DOCG), el nivel más alto para los vinos italianos.
Las características del Prosecco
El Prosecco destaca por su perfil aromático fresco y afrutado. Los aromas principales incluyen manzana verde, pera, cítricos y notas florales como glicina y acacia. Su viva acidez y sus delicadas burbujas lo convierten en un vino agradable y refrescante.
Este vino se produce principalmente con uvas Glera, una cepa autóctona que representa al menos el 85% de la mezcla. Otras variedades de uva permitidas, en pequeños porcentajes, incluyen Verdiso, Bianchetta Trevigiana, Perera y Pinot Bianco. Su moderado contenido de alcohol, que suele variar entre el 10,5% y el 12%, contribuye a su ligereza y bebibilidad.
El Prosecco viene en diferentes tipos según el contenido de azúcar: Brut (el más seco), Extra Dry, Dry y Demi-Sec (el más dulce). La elección entre estas variantes depende de las preferencias personales y del maridaje con la comida.
El método de producción
El Prosecco se produce principalmente mediante el método Charmat (o Martinotti), que implica una segunda fermentación en grandes autoclaves de acero inoxidable. Este proceso permite conservar los aromas frescos y afrutados típicos del vino y mantener los costos de producción relativamente bajos.
El método Charmat se distingue del método clásico (utilizado, por ejemplo, para el champán), en el que la segunda fermentación se realiza en la botella. El resultado es un vino con burbujas más ligeras y un mayor énfasis en los aromas primarios.
El éxito internacional del Prosecco
En las últimas décadas, el Prosecco ha experimentado un crecimiento exponencial en el mercado mundial. Este éxito se debe a varios factores, entre ellos su precio asequible, su versatilidad y su asociación con un estilo de vida elegante pero informal.
El Prosecco es particularmente popular en los mercados de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, pero su atractivo se ha extendido a muchas otras partes del mundo. Según los datos más recientes, las exportaciones de Prosecco superan ampliamente las de otros vinos espumosos italianos y representan una parte significativa de las ventas totales de vino italiano en el extranjero.
Maridajes de comida
Gracias a su versatilidad, el Prosecco combina bien con una amplia gama de platos.
Entrantes: Perfecto con crostini, embutidos, quesos frescos y verduras a la parrilla.
Primeros platos: Combina bien con risottos ligeros, pastas con marisco o salsas a base de verduras.
Segundos platos: Ideal con pescados, carnes blancas y platos vegetarianos.
Postres: Las versiones más dulces de Prosecco, como el Demi-Sec, son excelentes con postres de frutas, pasteles suaves y pasteles secos.
Además, el Prosecco es un ingrediente clave en algunos cócteles icónicos, como el Bellini y el Aperol Spritz, que han contribuido aún más a su fama internacional.
Conclusión
El Prosecco no es sólo un vino espumoso, sino un símbolo de la cultura y la excelencia italiana. Su capacidad de adaptarse a diferentes ocasiones, paladares y culturas lo ha convertido en un embajador perfecto del Made in Italy. Ya sea un brindis con amigos o un momento de relajación, el Prosecco continúa brindando alegría y cordialidad a quien lo elige.