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Carne alla pizzaiola

La receta de la carne a la pizzaiola: un clásico de la cocina napolitana

La pizzaiola es uno de esos platos que encarna la esencia de la cocina napolitana: sencilla, genuina y llena de sabor. Este plato, que combina carne y tomate en un maridaje perfecto, es un ejemplo de cómo unos pocos ingredientes, si son de calidad y están bien preparados, pueden transformarse en una experiencia culinaria inolvidable. En este artículo exploraremos los orígenes de la pizzaiola, los ingredientes que la componen y una receta detallada para prepararla en casa, manteniendo intacta su autenticidad.

Los orígenes de la pizzaiola

La pizzaiola tiene orígenes humildes y raíces en la tradición culinaria napolitana. El nombre en sí proviene de “pizza”, no porque contenga pizza, sino porque recuerda los sabores e ingredientes típicos de la pizza napolitana: tomate, ajo, orégano y aceite de oliva. Este plato nació como una forma de realzar los cortes de carne menos valiosos, transformándolos en algo especial gracias a la larga cocción en una rica y sabrosa salsa.

La pizzaiola es un plato que habla de economía doméstica y sabiduría popular. En una ciudad como Nápoles, donde la cocina a menudo está ligada a la necesidad de alimentar a familias numerosas con ingredientes simples y accesibles, la pizzaiola representa un equilibrio perfecto entre sabor y practicidad. Hoy en día, este plato es amado en toda Italia y más allá, convirtiéndose en un símbolo de la cocina italiana en el mundo.

Los ingredientes de la pizzaiola

La pizzaiola es un plato sencillo, pero la elección de los ingredientes es fundamental para obtener un resultado excelente. Aquí están los ingredientes principales:

Carne: Tradicionalmente, la pizzaiola se prepara con filetes de carne de res, preferiblemente cortes como la parte superior o la cadera. Estos cortes, si se cocinan adecuadamente, quedan tiernos y sabrosos.

Tomate: El tomate es el ingrediente clave de la pizzaiola. Puedes utilizar tomates frescos maduros, tomates pelados o puré de tomate. Lo importante es que sean de buena calidad, porque la salsa debe ser rica y sabrosa.

Ajo: El ajo es otro ingrediente fundamental, que le da al plato un aroma inconfundible. Debe usarse con moderación para no tapar los demás sabores.

Orégano: El orégano es la hierba aromática que caracteriza a la pizzaiola, dándole ese sabor que recuerda a la pizza napolitana. Puede ser fresco o seco, según tu preferencia.

Aceite de Oliva: El aceite de oliva virgen extra es imprescindible para sofreír el ajo y darle al plato un toque de riqueza y sabor.

Sal y pimienta: Para dar sabor a la carne y la salsa.

Guindilla (opcional): Para quienes gustan de un toque picante, se puede agregar ají picante para darle un poco más de carácter al plato.

La receta de la pizzaiola

Aquí tenéis una receta tradicional para hacer pizzaiola en casa. Siguiendo estos pasos podrás disfrutar de un plato auténtico y delicioso.

Ingredientes (para 4 personas)

  • 600 g de lonchas de carne de res
  • 400 g de tomates pelados o puré de tomate
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de orégano seco (o un puñado de orégano fresco)
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto.
  • Ají picante (opcional)

Preparación

Preparación de la carne: Si los filetes de carne son demasiado gruesos, bátelas ligeramente para que queden más finas y uniformes. Este paso ayudará a que la carne se cocine de manera uniforme y quede más tierna.

Saltear: En una sartén grande, calentar el aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Añadir los dientes de ajo machacados y dorarlos ligeramente, teniendo cuidado de no quemarlos. Si  gusta la comida picante, se puede agregar un poco de chile picante en esta etapa.

Cocinar la carne: Aumentar un poco el fuego y agregar las carne a la sartén. Dorarlos por ambos lados durante unos 2-3 minutos por cada lado, hasta que estén dorados. Salpimentar la carne mientras se cocina.

Añadir el tomate: Una vez que la carne esté dorada, añadir los tomates pelados o el puré de tomate a la sartén. Si utiliza tomates pelados, tritúrelos ligeramente con una cuchara para desmenuzarlos y liberar su jugo.

Aromas: Añadir el orégano y mezclar bien. Si es necesario, agregar un poco de agua o caldo para mantener la salsa líquida, pero no demasiado. La consistencia debe ser similar a la de una salsa espesa.

Cocción lenta: Bajar el fuego y tapar la sartén con una tapa. Dejar cocer a fuego lento durante unos 30-40 minutos, removiendo de vez en cuando. La carne debe quedar tierna y la salsa debe espesarse, concentrando los sabores.

Degustación y ajuste: Al final de la cocción, probar y ajustar sal y pimienta si es necesario. Si la salsa está demasiado líquida, puedes reducirla aún más destapando la sartén y aumentando ligeramente el fuego durante unos minutos.

Este plato combina perfectamente con pan fresco para absorber la salsa, o con una guarnición de patatas hervidas o verduras a la parrilla.

Conclusión

La carne a la pizzaiola es un plato que encarna el espíritu de la cocina napolitana: simple, sabroso y capaz de transformar ingredientes comunes en algo extraordinario. Con su combinación de carne tierna y una rica salsa de tomate, ajo y orégano, la pizzaiola es un plato que conquista el paladar y calienta el corazón. Prepararlo en casa es una experiencia que te permitirá apreciar aún más la riqueza de la tradición culinaria italiana.