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La besciamella

Salsa Bechamel: Receta, Historia y Usos en la Cocina

La salsa bechamel, también conocida como “salsa blanca”, es una de las preparaciones básicas de la cocina italiana y francesa. Versátil y de sabor delicado, es el ingrediente secreto de muchas recetas que nos encantan. Pero cuáles son sus orígenes, cómo se prepara y cuáles son sus usos más comunes?

Los orígenes de la bechamel

Aunque hoy se considera un clásico de la cocina italiana, la salsa bechamel tiene orígenes franceses. El nombre, de hecho, deriva de Louis de Béchamel, marqués de Nointel y mayordomo de la corte de Luis XIV, de quien se dice que perfeccionó esta salsa ya existente. En Italia, sin embargo, la bechamel ha sido adoptada y reinterpretada, convirtiéndose en un elemento esencial de platos tradicionales como la lasaña y los canelones.

La receta clásica de salsa bechamel

Hacer salsa bechamel en casa es sencillo y requiere pocos ingredientes. Aquí está la receta básica:

Ingredientes:

  • 50 g de mantequilla
  • 50 g de harina 00
  • 500 ml de leche entera
  • Una pizca de nuez moscada
  • Sal al gusto.
  • Pimienta blanca (opcional)

Procedimiento:

  • En una cacerola pequeña, derrita la mantequilla a fuego medio sin quemarla.
  • Añade la harina tamizada y mezcla enérgicamente con unas varillas hasta obtener una mezcla suave y homogénea (el llamado “roux”).
  • Añade la leche poco a poco, sin dejar de remover para evitar que se formen grumos.
  • Cocine a fuego lento, revolviendo constantemente, hasta que la salsa alcance la consistencia deseada.
  • Añade una pizca de nuez moscada, sal y, si te gusta, un poco de pimienta blanca.

La salsa bechamel está lista para ser utilizada o conservada en el frigorífico hasta dos días, cubierta con film transparente para evitar que se forme costra.

Usos de la bechamel en la cocina

La salsa bechamel es increíblemente versátil y se puede utilizar de muchas maneras. A continuación se muestran algunas de las preparaciones más comunes:

Lasaña al Horno: La bechamel es un elemento fundamental para dar cremosidad y suavidad a la lasaña, alternando con ragú y pasta al huevo.

Canelones y pasta al horno: Se utiliza para enriquecer el relleno y hacer que la superficie de la pasta quede dorada y apetecible.

Verduras gratinadas: La salsa bechamel es perfecta para aromatizar y gratinar verduras como la coliflor, el brócoli o los calabacines.

Timbales y flanes: Da una consistencia cremosa y un sabor delicado a estas preparaciones.

Platos de pescado o carne: En algunas recetas se utiliza para acompañar filetes de pescado o carne, creando una salsa rica y envolvente.

Consejos y variaciones

Bechamel sin lactosa: Sustituye la leche por una bebida vegetal (como leche de soja o de almendras sin azúcar) y utiliza una mantequilla vegetal.

Bechamel ligera: Reducir la cantidad de mantequilla y utilizar leche desnatada para obtener una versión más ligera.

Bechamel aromatizada: añade hierbas como tomillo o hojas de laurel durante la cocción para darle un toque extra de sabor.

Conclusión

La salsa bechamel es un auténtico todoterreno en la cocina, capaz de transformar incluso las recetas más sencillas en platos refinados y sabrosos. Con unos pocos ingredientes y un poco de práctica, puedes prepararlo en casa y personalizarlo según tus gustos. ¡Solo queda empezar a cocinar y experimentar!